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Les voy a confesar algo: Extraño mi flequillo. Si la puta madre, quiero mi flequillo recto de nuevo, me lo quiero cortar pero sé que no conviene porque me voy a cagar de calor si me lo hago. Es todo un tema, porque cuando tenía flequillo salía masomenos bien en las fotos, en cambio sin flequillo es como que mmm, no salgo bien. Para nada bien. Quieromiflequillitolaconchadetumadre.
Cambio de tema, cambié mi agenda. Oh si, antes tenía una re pedorra y ahora tengo una toda colorida, con dibujos y re yo, me encanta.
Hoy llegan Lala y Bebin de San Bernardo, y seguro van a llamar a casa tipo 7 de la tarde. Mis vacaciones con ellos no fueron tan buenas. Los últimos días me comporté como una reverenda hija de puta, los ignoraba y les hablaba cortante. ¿Todo por qué? No entiendo muy bien, pero fue un capricho mío bien de pelotuda. Y nada, hasta hoy es como que estamos más distanciados y a ninguno de los tres nos gusta estar así como estamos.
Ayer eran como las 2 de la mañana y yo me puse a pensar: Uno nunca sabe el tiempo que les queda, ojalá fueran mil años más, pero no. Por eso y por otras cosas que no voy a nombrar, decidí arreglar las cosas, pero a MI manera. Les hice una carta en un papel todo colorido diciendo que no me gustaba estar peleada y que me gustaría que las cosas fueran como antes, sin quilombos. Les hice dibujos, un collage que me cagué recortando papelitos. Ya se imaginan las uñas re lindaaaaaaas, llenas de boligoma, pedasitos de papel, mugre y derivados, una beieza.
La cosa es que, por esta vez, pude dejar mi orgullo de lado para mejorar las cosas, y creo que hice lo mejor. Bueno, eso es todo por ahora.
Adiós-
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