Un día cualquiera de invierno, de esos que te quedás en tu casa escuchando los acústicos de Las Pastillas a todo lo que dan los parlantes de la notebook, con la estufa prendida y tus perros ladrando. Una de esas tardes que te sentás a pensar, pensar, pensar... aunque no sabés qué estás pensando. Lo único que hacés es escuchar el zumbido de las conversaciones sin sentido por Msn, y el viento contra la ventaan helada. Tu cabeza está prácticamente en blanco, pensando en la mismísima nada. Tratando de descubrirle algún sentido a las cosas, buscando respuestas que no tienen solución... o sí, pero están perdidas en el fondo del cajón de tu escritorio.
En esos momentos, solamente querés viajar a donde te lleve la canción y perderte en un lugar inexistente, imaginario. Viajar, y pensar. Caminar por un túnel interminable y cantar para despejar tu mente, si es que no se perdió por ahí. Un cosquilleo te recorre todo el cuerpo y te paraliza, te dice que es hora de volver a casa.
Pegás una media vuelta y todo ese camino que antes era gris, ahora es de color.
Nunca es tarde para volver a intentarlo!
2 comentarios:
A veces, hay cosas que no te dan ganas de volver a intentar ni que tu vida dependiera de ello... Jajajaj mi filosofía la rompe (H). Te amo Milena, sos RE grosa, y con RE grosa me quedo corta... Vos sabes mi amor, te amo
Como te digo siempre, VOS sos la grosa. Sos genial amiga, me encanta que seas como sos. Te amo Rociooo, vos sabés todo.
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