Una tarde fría, caminando hasta mi casa, sola... Nadie en la calle, solo somos yo y las hojas que se caen, una por una. Pensado, tratando de entender qué hay en mi mente. Complicado el asunto. Hay tantas cosas dando vueltas en la cabeza de una persona, que siempre nos terminan haciendo mambos de la Sanputa. Uno se taladra el cerebro para ver qué hacer, qué elegir. Hay tantas posibilidades, tantas ganas de ganar, tanto miedo a perder. La única cosa que nos hace compañía en ese momento son los árboles que se mueven por el viento, mientras se escucha el ruido de las zapatillas violetas en la vereda.
¿Qué voy a hacer?, te preguntás a vos mismo, esperando una respuesta que no se puede responder. La decisión solo depende de uno mismo. ¿Qué camino elegir? Uno nunca sabe cuál es el mejor, simplemente hay que arriesgarse y tomar esa ruta. Mientras tanto, vamos improvisando el cómo vivir el presente...
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