Pensar.
Ya pasaron los nervios, ya se fueron con el baile y la ‘música’. Se fueron, y no creo que vuelvan por un tiempo.
Hoy, después de un día bastante largo, salí a caminar con mi papá, y la verdad no me arrepiento de haberlo hecho. Sí, hay innumerables veces que los adolescentes decimos que nos rompen las pelotas, pero por dentro nos morimos por decirles que no somos nada sin ellos. Yo no me animo por pelotuda, pero algun día me gustaría decirles, en un momento inesperado, un ‘los amo como a nadie, son los que siempre estuvieron ahí a pesar de todas las peleas, y me moriría sin ustedes’. Y enserio lo digo.
De idiotas que somos, no valoramos todo lo que hacen por nosotros, pero si nos ponemos a pensar en cada cosa que ellos se esfuerzan para que nosotros lo consigamos, no habría forma de agradecerles todo su apoyo incondicional.
En esas 2 horas de charla con mi papá, por poco me largo a llorar, pero de felicidad. No puedo creer que me quieran tanto sin importar mis malhumores, mis gritos, mis respuestas de mierda, mis enojos sin razón alguna.
A pesar de todo, son lo más importante que tengo.
Y bueno, ya que me vez, solo TAL VEZ, muy puse sentimental, les hago una confesión…
Muy muy muy pero muy en el fondo de mi ser, tal vez sí me gustaría tener a alguien al lado. Pero solo tal vez.
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